Los pacientes con ojo seco presentan ocasionalmente lagrimeo, sobre todo al realizar determinadas actividades en las que el parpadeo es menos frecuente, como ver la televisión, leer, conducir y utilizar el ordenador. Sucede también al salir a la calle en un día ventoso o con mucho sol.
El tratamiento del ojo seco consiste en reemplazar las lágrimas con lubricantes artificiales por un lado, tratar la inflamación conjuntival en caso de estar presente y en ocluir los puntos lagrimales para que la poca lágrima que se produce no sea evacuada por el sistema de drenaje natural: la vía lagrimal.
Las causas de lagrimeo pueden ser debidas a un problema en la producción lagrimal o a una obstrucción del sistema de drenaje.
El sistema de drenaje de la lágrima tiene su inicio en los puntos lagrimales, los cuales se continúan con una serie de conductos (canalículos, saco lagrimal y conducto lacrimonasal ) y desembocan en las fosas nasales. En cualquier punto de todo este trayecto la vía puede sufrir una obstrucción. Las causas son múltiples: traumatismos, inflamaciones, tumores, farmacológicas, edad…
Al estar obstruída la vía lagrimal la lágrima se desborda del párpado y se produce el lagrimeo.
Según la severidad de los síntomas se escoge una determinada opción de tratamiento.
- Si los síntomas son leves se recomienda tratamiento antibiótico y calor local.
- En casos severos y en que la obstrucción se encuentra en el conducto lacrimonasal, se indica una intervención quirúrgica denominada Dacriocistorrinostomía (DCR). Esta técnica consiste en crear un nuevo paso para que la lágrima llegue a la nariz, comunicando el saco lagrimal con esta. Se suele colocar temporalmente un tubo de silicona en el interior de este nuevo canal creado, mientras dura el proceso de cicatrización.
- En un pequeño número de casos la obstrucción se encuentra en la porción más alta de la vía: entre el punto lagrimal y el saco. En estas ocasiones además de realizar una DCR, se inserta un tubo pequeño ( Tubo de Jones) que permitirá el drenaje de la lágrima directamente desde el ojo a la nariz.
Estos procedimientos se llevan a cabo de forma ambulatoria. En general se consigue la resolución del síntoma de lagrimeo (90% de los casos).