Se inyecta por lo general en los músculos localizados entre las cejas, en la frente y en las partes externas de los párpados, de forma que al debilitar todos estos músculos las arrugas se hacen casi imperceptibles.
La toxina botulínica inyectada en la parte inferior de la cola de la ceja consigue elevación de la misma.
Sus indicaciones son variadas usándose para debilitar músculos o inhibir la secreción glandular. De esa manera se utiliza para disminuir las arrugas dinámicas, en el blefaroespasmo, tortícolis, parálisis musculares oculares etc.
Se utiliza cada 3-4 meses aproximadamente para mantener el aspecto de piel lisa y sin arrugas, pues pasado este tiempo el efecto desaparece y las arrugas se hacen de nuevo patentes.
Las personas que padecen determinadas enfermedades musculares como miastenia gravis no deben recibir este tratamiento. Tampoco las mujeres gestantes. En pacientes con intolerancia al huevo puede que algunos compuestos con toxina botulínica tengan reacción cruzada.